1.12.2010



Buenas noches. ¿Cómo está usted, mi íntimo y ocioso amigo lector? Ya sé que lo tengo un poco abandonado, y voy a anunciarle desde ahorita que no le debo una disculpa. Usted creía que este blog es para mantener contacto con usted y las todavía inexistentes hordas de groupies literarias que están a dos de conocer a un servidor y caer rendidas a sus pies, ¿verdad?. O tal vez creía usted que el blog se empezó como una manifestación tangible del ocio del escritor que aquí le escribe [sic]. Tal vez usted, querido lector, ya leyó la primera entrada de el blog y se pregunta qué carajos estoy haciendo con su tiempo.

Le digo: este blog comenzó como un experimento de auto conocimiento (literario), y también como medio de catarsis, válvula de escape, engrane cerebral, fluido no newtoniano, and so and so forth. Por lo mismo, se encuentra lleno de pequeñas dosis de mi mismo en un conveniente empaque ciérrese-cuando-esté-harto-de-esto. Como yo mismo, son altamente aleatorias, inconexas y fuera de lo que llamaríamos algo decente.

Le comparto que este blog nació más como una necesidad que un deseo. Así como cuando en un momento dado pensamos que no solo nos gusta el chocolate caliente, sino que lo más probable es que si no lo tomamos... nos vamos a sentir muy, muy mal. De esas necesidades de la mente y el alma que tarde o temprano terminan haciéndose enfermedad del cuerpo. Perdone usted el Coelhazo, pero así fue.

Le resumo: este blog es mío. Y no solo es mío, sino que con suerte y ayuda suya, mi amado lector, puede llegara ser yo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario