10.28.2009

Soledad (Con Maria Rita)



Éjele éjele... Buenas noches, extraño (o extraña) pero entrañable lector (o lectora). ¿Cómo se encuentra usted en esta amable noche del mes que vio nacer a Ruso, fría como el tren y negra como el mismo tren? Si usted está, no está bien, bien podría estarlo o quiere serlo pero está cabrón, ya somos dos.

Habiendo roto el hielo, quiero hacerlo cómplice involuntario de uno de los acontecimientos más relevantes que tendremos por aquí. Después de un tiempo de reunir lo que se necesita y escribir la asombrosa cantidad de cuatro (4) entradas en éste su blog que es mío, creo que ya hay yarboclos virtuales como para abrir un poco este corazón acartonado y sacar los toros al ruedo.

Hace poco perdí una buena parte de mí. Perdí un brazo izquierdo, perdí mi nariz. Perdí un ojo, ya no recuerdo cuál. Perdí los dos.

Y lo mejor es que me siguen sin parar.

Puedo oler la tierra cuando llueven lágrimas sobre de ella. Puedo ver el agua encharcarse, y si me agacho lo suficiente, pareciera que nada de ella se escurre entre mis dedos cuando extiendo mis palmas y espero que la punta de mis dedos llegue h as t a . . .

Por favor, llévenselo todo. Ya no lo tengo ahí, ya no lo quiero sentir. Si le sirve a alguien, que le sirva lejos de mí. Si lo quieren todos, si lo quiere nadie, que lo tenga. Llévenlo lejos de mi.


10.20.2009

Si tu quieres bailar...


Buenas noches, estimadísimo lector. Antes que nada, una auténtica disculpa por tenerlo a usted (yo tenerlo a usted, no a usted tenerlo yo o cualquiera de las combinaciones que su y mi [o nuestra] mente pueda pensar en este momento). Usted sabrá que, junto con la recesión de la economía mundial se vino una crisis existencial en el estudiante promedio de primer ingreso a la universidad. (Nota del autor: Si usted en verdad ya sabía esto, puede, como el amor de lector que es, seguir leyendo hasta encontrar algo de su agrado. Si por el contrario usted no lo sabía y no le interesa, como el amor de lector que es, aguántese y siga leyendo).

A usted, amigo lector de primer ingreso, no le ha llegado su crisis? No se preocupe. No tarda. Claro que si cree que no le llegará jamás y que está usted plenamente convencido de que vive su vida en plenitud tan sólo por estar ahí y no en otro lado, haciendo otra cosa que otro sujeto le recomendó hacer... Puede que tenga la boca llena de razón. O los dedos, en este caso.

Tal vez el origen mismo de nuestro (s) problema (s) sea que en realidad, usted y no no tenemos un problema. Sú problema es mi problema... Lo que es lo mismo, le estoy armando un pancho del tamaño de Texas (perdone la referencia gabacha, y si tiene problemas échele la culpa a Amy Bloom) por que el que se sintió un poco jodido en la semana fui yo. Sepa usted, querido lector, que cuando se trata de actuar bien y reaccionar a tiempo, un servidor se encuentra tan perdido como (inserte su comparación aquí). Por lo menos en lo que le vendrían siendo las relaciones personales... Entre dos personas. Y siendo yo una de ellas... Yo sé que me entiende.

Lector mío... ¿Me regala un abrazo?


10.07.2009

Wouldn't it be nice if your almonds matched? o The last time I wore me tin flute...



¿Alguna vez ha sentido que habla y las personas nunca le entienden? ¿Acaso ha sentido que le hablan y usted jamás entiende? ¿No entendió un carajo del título de este post?

Bienvenido a mi mundo. O lo que es lo mismo: nunca trate de leer cockney.

Si usted, animado lector, es como uno, se dará cuenta de que el cockney es la primera prueba fehaciente de que si usted tuvo una educación bilingüe toda su vida le tomaron el pelo.

¿Acaso cree usted que desquito mi frustración profesional-in-the-making (nuevo término chicano, señores) por no entender el hermoso dialecto de la clase trabajadora londinense? ¿De esos East End boys que, según Neil Tennant, nunca podrán hablar con las chicas lindas... o las no tanto... o las chicas en general? Tal vez usted no podría estar más en lo cierto, mi ocioso lector.

Tal vez en realidad no exista tal frustración para con los acentos ingleses. A final de cuentas, creo (espero) haber entendido en su mayoría a Eliza Doolitle... Y, siendo completamente honestos, hasta hace algún tiempo podía hablar con un buen acento de Yorkshire*. Es más, ni mi escocés ni mi limey están taaaaan mal... (Ya. Dejo de hablar de mí. ¡Lo prometo!)

Al final, creo que el problema se resume en una sola frase: I guess I'm just all sixes and sevens...





Actualización: Perdonen. Clic aquí si siguen tan perdidos como yo.




*Completamente irrelevante. Hablar con el más puro acento de Yorkshire es tan útil como saber sacarse un ojo con palillos chinos viendo perder a los Miami Dolphins... Otra vez.


9.27.2009

Play along.



Buenas. Primera entrada, primer blog. He estado debatiéndome entre escribir uno de éstos o no por los últimos tres años (pausa dramática...)

Ok, no. Pero sí por largo tiempo. Y pude haber seguido mucho más tiempo. Mucho, mucho más tiempo. Hasta que finalmente decidí empezar a escribirle. ¿Saben por qué? (Éste es el momento en el que ustedes, hartos de la pregunta que siempre apela a la no-respuesta [¡claro que no saben!] levantan los ojos y piensan si en verdad quieren seguir leyendo. Es evidente que quieren.)

Y no puedo. Es increíble como, llegando el momento, siempre faltan fuerzas.

Trastorno obsesivo. Siempre perdiéndolo todo. Egoísta. Cobarde en exceso. Could have been, una y otra vez. Dos pasos firmes y uno al vacío.

Primer blog. Primera entrada.